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Definición y características
Conocemos tradicionalmente la Prehistoria como el periodo más largo de la Historia, desde la aparición de los primeros homínidos, hasta el surgimiento de la escritura y las primeras sociedades humanas organizadas (3300 a.C.).
Es en este momento cuando surge el Arte Prehistórico, como consecuencia de la expansión y el desarrollo de la especie humana. Las principales manifestaciones artísticas las encontraremos tanto en el Paleolítico como en el Neolítico.
Algunos ejemplos de arte prehistórico
Las primeras manifestaciones tuvieron lugar en el Paleolítico, donde aparecieron pequeñas figuras femeninas o venus, desnudas y tratadas como ídolos de la fecundidad (Venus de Willendorf). Idénticas características encontramos en los bajorrelieves, como en la Venus de Laussel.
A medida que avanzamos en el tiempo, se tiende a la esquematización de las figuras, característica que veremos también en el Neolítico.
Arte rupestre
En cuanto a la pintura, destaca el conocido arte rupestre, cuyas primeras manifestaciones consisten en trazos lineales monocromáticos de animales. A continuación, se fueron realizando los primeros ensayos de representación humana, aunque finalmente se tiende por la esquematización de las figuras. Encontramos dos regiones:
- la Franco-Cantábrica, con representaciones naturalistas de animales, ausencia de figuras humanas, policromía y cierto valor mágico y ritual (Lascaux),
- y el Levante español, con representaciones más dinámicas de figuras humanas, monocromáticas y esquematizadas (Cogull o Valltorta).
Con el fin de la glaciación (5000 a.C.), surgió el Neolítico, el cual supuso una revolución en el desarrollo socio-cultural humano, y esto se vio reflejado en el arte.
En cuanto a la pintura, desaparecen las características del arte rupestre, siendo sustituidas por una gran esquematización que dificulta el reconocimiento de las figuras. Algunos ejemplos los encontramos en abrigos como el de Minateda.
Arquitectura megalítica
Por último, la aparición de la arquitectura tuvo lugar gracias al sedentarismo, y los primeros ejemplos encontrados son pequeñas cabañas aisladas o en grupos, colocadas por debajo del nivel del suelo. Sin embargo, lo más característico es la arquitectura megalítica, es decir, construcciones en piedra con objetivos religiosos o funerarios.
Hay una gran variedad, como menhires (solían aparecer en alineamientos, como el de Carnac, en Francia), dólmenes (dos piedras en vertical con una horizontal apoyando sobre ellas, como el Dolmen de Soto) y cromlech (menhires colocados de manera circular, como el Crómlech de Stonehenge).
Teniendo en cuenta los años que abarca la Prehistoria, es evidente cómo las manifestaciones artísticas encontradas en este periodo han ido evolucionando, desde las formas más simples, hasta las grandes construcciones megalíticas.
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