El bullying se define como el acoso y maltrato psíquico o físico que sufren l@s estudiantes durante la adolescencia.
Es característico de este tipo de agresión verbal o física el tratarse de un desgaste psicológico por la repetición de la misma situación día tras día en el entorno escolar. Así se consigue la destrucción de la autoestima de la víctima pudiendo llegar a causarle serios traumas, que en ocasiones lleva a seres humanos de alrededor de 15 años al suicidio.
La razón por la que estos comportamientos sociales agresivos se producen en nuestros menores es probablemente porque reciben modelos similares de los adultos; además no hay que perder de vista que uno de los factores importantes para que se produzca este fenómeno es la complicidad y hasta el refuerzo social que el/la agresor/a recibe de sus compañer@s.
5 pasos para prevenir y solucionar el bullying
- El profesorado y el resto de profesionales de los centros deben concienciar al alumnado de la importancia de este problema y orientar sus actos o comentarios hacia el rechazo del comportamiento del agresor y no de la víctima (nunca de forma violenta).
- La alarma debe saltar desde el primer momento en que se produce la denuncia y hay que actuar con rapidez y fomentar el propio hecho de denunciar este acoso.
- Los padres y madres deben comprender la gravedad del asunto, demostrar una confianza, un apoyo incondicional a la víctima, y colaborar con el centro educativo.
- La víctima puede ser ayudada por un profesional de la psicología y por fundaciones especializadas como ANAR.
- Toda la sociedad debe contribuir a que esta actividad sea considerada cruel, delictiva y un atentado contra los derechos humanos y de la infancia.
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