El estudio de la Historia es fundamental, no solo por el hecho de ser una de las asignaturas más importantes del ámbito de las humanidades, sino porque esta disciplina nos entrega la llave para conocer el pasado, comprender el presente y prepararnos para los acontecimientos del futuro. En su estudio utilizamos diversas herramientas, o fuentes, que nos facilitarán la asimilación de los conceptos.
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Tipos de fuentes
Las fuentes pueden tener carácter primario o secundario, depende de si son coetáneas al acontecimiento histórico del que tratan. Si lo son, se consideran fuentes primarias; si, por el contrario, pertenecen a un momento posterior, se les llamará secundarias.
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Tipos de fuentes secundarias
Dentro de estas fuentes encontramos, en primer lugar, los textos. Estos pueden ser:
- en forma de crónicas de historiadores,
- como un manual de la asignatura,
- o de textos históricos, como, por ejemplo, la Constitución Española de 1977.
Para el estudio de la historia también nos servimos de otro tipo de fuentes documentales:
- discursos,
- proclamas,
- declaraciones,
- mapas,
- gráficos,
- cartas.
Las obras de arte y monumentos
Las obras de arte y monumentos también nos enseñan distintos ámbitos y perspectivas, ya que al observar un cuadro de Goya, como La Familia de Carlos IV, no solo estaremos contemplando a los miembros de la familia real de este Borbón de finales del siglo XVIII y principios del XIX, sino que podremos analizar sus gestos, cuál era la moda real de la época o qué personajes le rodean.
Los documentos audiovisuales
Como por ejemplo: películas, documentales, música, etc, complementan la visión de los procesos y acontecimientos históricos más relevantes gracias a las imágenes y los sonidos con los que podremos convertir conceptos abstractos en concretos. Por ejemplo, el Desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944, uno de los hechos más relevantes de la Segunda Guerra Mundial, es algo más atractivo de aprender gracias a la película Salvar al soldado Ryan.
Visita a museos
Sin olvidar que la visita a museos y a los lugares protagonistas de los acontecimientos completan el estudio de la Historia por haber sido testigos de excepción de la misma, ya que esta disciplina es dinámica y no solamente se estudia memorizando textos con fechas y nombres de reyes o batallas. La comprensión de la misma a todos los niveles ayudará a la construcción de una sociedad mejor.
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