Obras más importantes de Aristóteles

Contexto histórico

Aristóteles fue un filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia, el cual fundó su propia escuela, el Liceo. Perteneció al grupo de los filósofos presocráticos, por lo que Aristóteles intentará resolver el problema del cambio, ya planteado anteriormente por Parménides y Heráclito.

Es importante destacar que, aunque Aristóteles fue alumno de Platón en la Academia, se opuso a la filosofía de Platón al desarrollar la filosofía empírica, es decir, poniendo a la experiencia como fuente de conocimiento. Criticó el dualismo de Platón, ya que aceptó la existencia de las Ideas, pero negó que pudiesen existir al margen de los elementos del Mundo Sensible.

Como Platón, intentó diseñar un Estado ideal, pero lo hizo de una manera mucho más realista. Estudió diferentes constituciones, analizándolas y comparándolas para poder deducir así la mejor forma posible de organización sociopolítica.

Después de esta pequeña introducción pasamos a explicar las obras más importantes de Aristóteles.

Obras principales de Aristóteles

Dentro de la producción literaria y filosófica de Aristóteles, podemos destacar una serie de obras, consideradas las más importantes y las más estudiadas del autor. De esta manera, nos centraremos en Metafísica, Ética a Nicómaco, Política y Retórica.

Metafísica

En primer lugar, nos encontramos ante la Metafísica, una de las principales obras de Aristóteles, la cual él mismo pudo clasificar como la primera filosofía, o la ciencia que se dedicaba a estudiar los primeros principios, es decir, las primeras causas y los principios del ser.

Los objetivos principales de la metafísica en general, y de esta obra en particular, abarcan desde la ontología o metafísica general, hasta la teología. Se diferencia del resto de ciencias en que las demás se centran en una parcela del ser, mientras que la metafísica estudia el ser en general, los aspectos del ser comunes a todo lo que existe.

En la obra, Aristóteles establece la teoría de la sustancia y los accidentes, donde explica la diferencia entre los seres individuales y sus atributos o características. Por otro lado, pauta las bases de las categorías y las causas del ser, que son la respuesta que Aristóteles plantea al problema de que el ser se da de muchas maneras. Además, afirma que solo se conoce algo cuando se conoce su causa, por lo que va a intentar discernir el por qué de que las cosas sean lo que son, y también el por qué de que lleguen a ser lo que son.

Ética a Nicómaco

En segundo lugar, nos encontramos ante Ética a Nicómaco, donde Aristóteles expresa que cada actividad tiende a un fin, y este fin u objetivo es su bien. Sin embargo, hace hincapié en cual sería el fin supremo del ser humano, afirmando que éste sería la felicidad o eudaimonía.

Sólo ella es perfecta, tratándose de una actividad compleja a la que deben contribuir otros bienes menores para intentar alcanzarla, como los bienes externos, los bienes del cuerpo o los bienes del alma.

Por otro lado, afirma que el ser humano es complejo, formado por cuerpo y alma, ésta última dividida entre vegetativa, sensitiva y racional.

Por ello, se pueden diferenciar diferentes virtudes, que es la realización de cada una de las funciones dependiendo de cual le sea propia a cada persona. Diferencia entre virtudes intelectuales, adquiridas a través de la educación, y virtudes morales, adquiridas a través de la costumbre, cuyo fin es dominar la parte irracional del alma.

Política de Aristóteles

En tercer lugar, es necesario mencionar la Política de Aristóteles, obra ya mencionada en el final de Ética a Nicómaco, ya que la conclusión de la obra es que la investigación de la ética siempre acabará desembocando en la política, es decir, no concibe una separada de la otra.

Afirma que la política es una forma directa de mantener la sociedad ordenada, bajo una serie de normas y reglas. Además, vuelve a hacer referencia a la felicidad, en este caso afirmando que ésta no se puede entender fuera de la polis, no se puede alcanzar de forma aislada.

Para Aristóteles, el hombre es un animal sociable por naturaleza, un animal político, ya que de forma aislada es incapaz de desarrollar sus capacidades. Tampoco es autosuficiente, necesita a los demás para sobrevivir, y solo en sociedad puede lograr la perfección de la naturaleza.

En el contexto de las grandes inestabilidades de las polis griegas, lo más importante para el filósofo fue conseguir con los menos gastos posibles, la estabilidad y seguridad política.

Distingue tres formas de gobierno validas, y tres no validas, y la diferencia entre ellas reside en encontrar un bien común y un bien individual.

Las válidas son:

• la monarquía,
• aristocracia y
• democracia,

mientras que las no válidas son:

• la tiranía,
• la oligarquía y
• la demagogia.

Retórica

Por último, es necesario mencionar la Retórica, un antiguo tratado elaborado por Aristóteles en el que se menciona el arte de la persuasión. La obra muestra el desarrollado del pensamiento aristotélico durante los periodos en los que el autor estuvo en la ciudad de Atenas, además de ilustrar su profundización en el estudio de la retórica a través de la crítica platónica.

Para Aristóteles, la retórica es la facultad del ser humano de conocer aquello que es capaz de persuadir. Puede ser cultivada, es decir, no es innata al ser humano, pero especifica que es necesario conocer sus principios para ello. Se basa en lo verosímil, es decir, mediante el razonamiento se debe demostrar aquello que la gente cree que puede ocurrir o puede ser posible.