Los orígenes del Islam. Aparición, religión, organización y expansión

En el post de hoy, os vamos a hablar sobre los orígenes del Islam, su aparición, el Islam como religión, así como de su organización y de cómo se expandió.

La aparición del Islam

La Península de Arabia, en el siglo VII, contaba con una población mayormente de pastores beduinos nómadas. Se organizaban en tribus independientes, con creencias religiosas politeístas.

En algunas regiones costeras se practicaba la agricultura y la población era sedentaria, incluso se dedicaban al comercio por el Mediterráneo. La ciudad más importante era La Meca.
En este contexto es donde surge el Islam, de la mano de Mahoma. Nació en el año 570 d.C., y se quedó huérfano muy pronto, por lo que fue educado por su tío, con el cual trabajaba conduciendo caravanas y dedicándose al comercio.

A los 25 años se casó con una mujer de familia noble y, al poco tiempo, tuvo una revelación del arcángel Gabriel, quien le anunció que él era el nuevo profeta de Dios (Alá). Su objetivo sería predicar una nueva religión, el Islam (esta palabra significaba resignación a la voluntad del Dios único, Alá).
Mahoma decidió explicar a sus vecinos lo que había sucedido y les pidió que abandonaran sus creencias, aunque este mensaje no fue bien acogido. Por esta razón, tuvo que huir en el año 622 de La Meca a Medina.

Este movimiento es conocido como la Hégira, también llamada la fecha de inicio de la religión musulmana. Una vez en Medina, Mahoma consiguió convertir a sus habitantes al Islam y, con la ayuda de estos, pudo atacar La Meca en el año 630 e ir implantando progresivamente la nueva religión por toda Arabia.

El Islam como religión

El primer fundamento del Islam es el monoteísmo, es decir, la creencia en un único Dios. Las enseñanzas que Dios rebeló a Mahoma se recogieron en el libro sagrado llamado Corán, y sus principales preceptos son los siguientes:

• La profesión de fe: “No hay más Dios que Alá, y su Mahoma es su profeta”.
• Orar 5 veces al día en dirección a La Meca, y la oración comunitaria se realiza los viernes en la mezquita.
• Ayunar durante el mes sagrado del Ramadán.
• Dar limosna.
• Peregrinar a La Meca al menos una vez en la vida.
  Además, dentro de esta religión hay ciertas prohibiciones, como tomar bebidas alcohólicas, comer carne de cerdo, practicar juegos de azar o no tener “pudor” en la vestimenta. La poligamia sí está permitida, pero solo en el caso de los hombres, las mujeres no pueden ejercerla.
  

Organización política del Islam

La organización política, económica y social se basa en la tradición y en el Islam. El poder pertenece a Alá en teoría, pero son los califas quienes se consideran sus delegados, jefes políticos y religiosos. Por ello, el califa será la máxima autoridad, y concentraba el poder político y religioso. Como jefe religioso, se va a encargar de presidir la oración comunitaria de los viernes, y como jefe político gobernaba y administraba justicia, además de dirigir el ejercito.

En cuanto a la administración del imperio, cabe destacar la figura del visir, que dirigía la administración central. Los territorios del imperio se dividieron en provincias o koras bajo la autoridad de un gobernador llamado emir, el cual representaba al califa. Además, existía la figura de los jueces o cadíes, quienes aplicaban las leyes, y los tesoreros reales o diwanes, que recaudaban los impuestos.

La expansión del Islam

Tras la muerte de Mahoma, los musulmanes formaron un gran imperio, y lo consiguieron debido al impulso de su fe y, sobre todo, al gran ejército con el que contaban. Las zonas que fueron islamizadas fueron Egipto, Irak y Siria. La expansión se llevó a cabo en tres etapas:

• Califato ortodoxo (632-661). Los sucesores de Mahoma fueron elegidos entre sus familiares y amigos. Los elegidos residieron en Medina y fueron los primeros en ser llamados califas, por lo que unieron la máxima autoridad política y religiosa. Es en esta etapa cuando los musulmanes empezaron a conquistar Siria, Palestina, Egipto y Mesopotamia, todas zonas muy ricas.
• Califato omeya (661-750). Llegó al poder la familia de los Omeyas, la cual trasladó capital a Damasco. Con ellos, el imperio alcanzó su máxima expansión hacia el oeste, por la zona del norte de África y la Península Ibérica. Los Omeyas lo que hicieron fue agrupar el máximo poder político y religioso, pero lo delegaron en emires y visires.
• Califato abasí (750-1055). Los Omeyas fueron destronados por la Dinastía Abasí, quienes trasladaron de nuevo la capital de Damasco a Bagdad. En este periodo se produce la independencia política y religiosa de ciertos territorios, como fue el caso de Al-Ándalus. Conquistaron Creta y Sicilia, pero la expansión se fue parando, siendo únicamente navegantes quienes continúan extendiendo el Islam por zonas como Indonesia, Malasia o China. Finalmente, esta expansión se detuvo por fuertes luchas internas, haciendo que a partir del siglo X entre en decadencia. El califato fue conquistado por los turcos en el año 1055, y definitivamente desaparecerán en 1258, año en el que la capital, Bagdad, fue tomada por los mongoles.

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