Personajes históricos: Cleopatra la última reina de Egipto
Cleopatra VII Filopator (69 A.N.E.- 30 A.N.E.) es conocida por ser la última reina de Egipto, por sus amoríos con dos de los generales más importantes de la Roma antigua (Julio César y Marco Antonio), su romántico suicidio y su embriagadora hermosura. Así han pasado a la historia sus secretos de belleza, como bañarse en leche de burra, y las actrices más esculturales la han interpretado. ¿Pero de verdad su físico era tan hermoso? ¿Conseguiría muchos likes como influencer en Instagram?
Representación de Cleopatra en una moneda
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Seguro que sí, pero por su elegancia, distinción, poderío, hipnotismo y seducción, no por ser guapa. Las monedas con su rostro no la presentan como hermosa físicamente y fuentes de su época la describen como “Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración” (Plutarco. Vidas Paralelas. Marco Antonio. XXVII.) o “si tuviese otra nariz, habría conquistado el mundo“, dijo Cicerón sobre ella. Según varios estudios, Cleopatra medía 1,52 metros, poseía un leve sobrepeso, su rostro se caracterizaba por una gran nariz, labios muy finos y quijada puntiaguda. Pero, sin duda, era una de las mujeres más irresistibles, sensuales, atractivas y seductoras de su época, ya que nadie podría resistirse a la embriagadora conversación de una mujer que hablaba cinco idiomas, sabía filosofía, matemáticas, oratoria, medicina, literatura, astronomía, música, ciencias políticas, y cuya voz era, según Plutarco, “de una gran dulzura y su lengua, como un instrumento de muchas cuerdas, que podría convertirse fácilmente en cualquier idioma que quisiera”.
Por tanto, la belleza de Cleopatra residía en su talento, sabiduría y en que una conversación con ella “tenía un encanto irresistible, y su presencia, junto con la capacidad de persuasión de su discurso, tenía efectos estimulantes sobre los hombres”, según Plutarco. Pero durante siglos, en una historia escrita y realizada por hombres, una mujer que no destaca por su belleza, sino por las mismas cualidades que en un hombre se apreciaban, era algo impensable, y el paso del tiempo la convirtió en todo un mito de valores estéticos sobre los intelectuales que verdaderamente la hacían sobresalir.
Así que ya sabes, si quieres ser la persona más irresistible de tu entorno, todos los conocimientos que estudies te suman puntos de atractivo. Y si encuentras a Cleopatra por Tinder, desliza a la derecha sin dudarlo.
Bárbara Gómez, profesora de letras.
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