Técnicas de estudio y registro de información

¿Qué son las técnicas de estudio?

Las técnicas de estudio o de registro de la información son diversas herramientas cuyo fin es la recopilación de datos relevantes dentro de un texto, es decir, la extracción de las ideas principales. Estas herramientas, posteriormente, nos servirán para poder organizar esa información de un modo más rápido y efectivo.

La palabra clave y común a todas las técnicas de estudio es síntesis, ya que la finalidad principal es tener un registro con los datos más importantes. Este tipo de técnicas se suele utilizar en diferentes áreas de conocimiento, aunque las principales son las Ciencias Sociales, Humanidades, Ciencias Políticas, Ciencias de la Salud o incluso en las áreas de negocios.

Conocerlas será un método excepcional para poder optimizar el trabajo dentro del área educativa, ya que no solo será un método de síntesis, sino que también lo será de aprendizaje y memorización.

Las técnicas de estudio más efectivas

A continuación, nos adentraremos en las técnicas de estudio y de registro de la información más efectivas y, sobe todo, más usadas.

La lectura

La primera de ellas es la lectura. Se considera la principal, ya que es el primer paso que debemos realizar para luego poder adentrarnos en las demás. Sin embargo, no basta solo con leer el texto en cuestión, sino que es absolutamente necesario tener una gran comprensión lectora que permita entender del modo más exacto posible lo que se está leyendo.

El subrayado

A continuación, tenemos el subrayado, el cual consiste en marcar líneas horizontales en la parte inferior de las oraciones. Esta técnica se considera como una de las más populares, ya que tiene como principal objetivo seleccionar aquellos contenidos que consideramos lo más importantes del texto.

Una técnica muy parecida a esta es el resaltado, que cumple exactamente con la misma función, pero en vez de delinear por debajo de las oraciones, se resaltan por encima con un subrayador. Esta opción es muy buena si se quieren utilizar diferentes colores, por ejemplo, para remarcar nombres, fechas, artículos, etc.

Tomar notas

Otra técnica consiste en ir tomando notas de la información más importante a medida que se va leyendo. Este proceso es muy positivo al tener una doble función, ya que además de permitir recoger los contenidos más importantes, funciona como un recurso nemotécnico, es decir, a medida que vas escribiendo, las ideas se han fijando más fácilmente en la memoria, por lo que a la hora de estudiar será mucho más sencillo.

El resumen

Una de las formas de registro de información más utilizada es el resumen, el cual consiste en una síntesis de la información principal contenida en el texto. El objetivo principal de esta técnica es que no se tenga que leer todo el texto de nuevo para saber de qué trata y conocer los contenidos principales. Además de ser muy utilizados en el ámbito educativo, también lo son en el mundo de la investigación o en las tesis de grado, para anunciar al lector el tema tratado en el texto completo.

Mapas conceptuales

Podemos encontrar también los mapas conceptuales, herramientas gráficas cuyo objetivo es el de sintetizar información. La idea de esta técnica de registro de información es partir de un tema general, e ir añadiendo conceptos relacionados de un modo jerárquico. Por norma general, se parte de un cuadro principal con el título, y a partir de ahí se entrelazan otros datos a partir de líneas. Esta técnica, además de ayudar mucho a sintetizar, también es muy útil a la hora de comprender el tema y ser capaz de establecer una relación entre los diferentes conceptos.

Los esquemas

Por último, encontramos uno de los registros de información más populares, que son los esquemas. Se trata de otra técnica gráfica para recoger información a partir de un texto. Los esquemas se caracterizan por ser una de las técnicas de estudio más breves y visuales, y en los que la información siempre aparece jerarquizada. Esto significa que el esquema se comienza desde la parte más general, y se va desglosando poco a poco hasta llegar a la parte más específica. Una de las formas más sencillas de realizar un esquema es ir subrayando a medida que se lee el texto. De esta manera, cuando terminemos ya tendremos organizadas todas las ideas principales con las que formar nuestro esquema.